jueves, 26 de diciembre de 2013

Ex convento agustino, portal de peregrinos Cuitzeo

Ex convento agustino, portal de peregrinos Cuitzeo
Cuitzeo
Un poco de historia

Al hablar del convento de Cuitzeo es preciso referirnos al lugar, pues el pueblo está colocado en lo más angosto de una pequeña península cerca de una laguna de poca profundidad y agua salubre que produce un diminuto pez llamado "charari", el cual, en buena parte, constituye la dieta de los lugareños y uno de sus principales recursos ecnómicos. Cuando, al principio de la evangelización, el franciscano Fr. Juan de San Miguel pasó por estos lugares, predicó la fe y bautizó a algunos indígenas, pero fue una mínima parte.


Cuitzeo formaba parte de la parroquia de Puruándiro, pero era ésta de tal magnitud, que resultaba imposible una cabal administración por parte del cura beneficiario de la parroquia. Fue así como los indígenas acudieron a Yuriria, donde era Prior Fr. Diego Chávez, quien, cuando podía, les administraba los santos sacramentos.


El Capítulo Provincial de 1549 designó al P. Fr. Francisco Villafuerte, entonces Prior de Tacámbaro, como fundador y primer Prior del Convento de Cuitzeo. Éste, al llegar al lugar, encontró un pueblo dócil, pero muy deficientemente instruido en la fe. Fr. Francisco, con el criterio agustiniano de evangelizar civilizando simultáneamente, puso manos a la obra abriendo calles, creando hospitales y escuelas, así como iniciando la edificación del convento y la iglesia. La primera piedra fue bendecida y colocada el 1 de Noviembre de 1550.


En cuarenta y dos meses de arduo trabajo, el P. Villafuerte logró contemplar levantados los muros del templo hasta el arranque de las bóvedas, así como la obra negra del convento, hospital y escuela. Fr. Francisco de Cantillana doró y pintó la Iglesia de Cuitzeo.


Es de un solo cañon, aunque monumental, cuenta con amplias sacristías y una capilla de buenas dimensiones. Originalmente contaba sólo con el claustro bajo, semejante al de Yuriria, pero más tarde se le añadió el superior, cuya arquería distribuida graciosamente, nos ofrece dos arcos por cada arco inferior. Tiene suficientes celdas y magníficos salones, de modo que la mayor parte de los Capítulos Provinciales se celebraron en ese convento. Es, además, de gran interés la concha que cubre la entrada de la Notaría Parroquial. Por cierto, el portal de amplios arcos, a la derecha de la portada, es de fecha muy posterior y parece desdecir de lo plateresco de dicha portada. Ésta, por su parte, es bellísima y se califica como perteneciente al plateresco popular.


Como dato por demás curioso, la imagen de Nuestra Señora del Socorro que preside el altar mayor está en actitud sedente, en forma diversa a todas las demás imágenes de la Provincia, que están de pie.


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